EXPRESIÓN HIBRIDA. EL SUJETO INTERCULTURAL Y LA COMUNIDAD
Resumen
Hablar del sujeto, en el ámbito de la reflexión contemporánea, no resulta ser cosa
sencilla, sobre todo si se toma en consideración el hecho de que ya no hay posibilidad de
encerrarse en la mera perspectiva filosófica. El primer concepto problemático que se nos
pone de frente es él de cultura, elaborados por las ciencias sociales. Efectivamente,
consideradas como dato fundamental e ineludible la variedad de las culturas y la necesidad
de encontrar un plan dialógico que no se configure sólo como posibilidad de convivencia,
sino sobre todo como punto de encuentro que, por esto, puede ser definido como
intercultural. La posibilidad de lo intercultural, en realidad no se puede dar si no se encuentra
el plan común dentro del cual las diferencias se cruzan resaltando los momentos
compartidos, el día que desde siempre funda el logos. Siguiendo este discurso podemos
comprender como la cuestión del sujeto no puede desprenderse de la misma dimensión
cultural, cuya expresión evidente y máxima es la comunidad. Lo cultural no puede ser
considerado como un accidente relativo al sujeto sino como una producción fundamental
de éste último, sobre todo porque, a través de las categorías culturales, el hombre elabora
y transmite la idea de sí mismo1
. Esta idea se configura como modificable y puede cambiar
en el tiempo, como ya hemos visto a lo largo de la historia. Desde este asunto se puede
deducir como la cultura, producción de sentido a través de la cual el hombre dona forma a
su vida, en su forma auténtica tiene que revelarse como posibilidad de realización humana,
pero en su forma degenerada puede volverse “cárcel” e instrumento de opresión. El hombre
tiene que ser reconocido como forjador de cultura y, por lo tanto, capaz de modificar su
misma creación que, mientras dona sentido a su vida, puede también condicionarlo. La
condición del hombre cual de animal symbolicum2
, implica una actitud crítica fundamental
capaz de colocar el momento de la “creación cultural” en una posición paradójica que,
mientras ya está ubicada en un contexto cultural, a la vez puede desprenderse de este en
nombre de su posibilidad creativa.