PRESENTACIÓN

Resumen

Aníbal Norberto Ponce es sin duda uno de los máximos ejemplos de intelectual que no dudó en comprometerse con su tiempo, con las causas sociales más acuciantes a las que su corta vida lo enfrentó. Como el principal discípulo de José Ingenieros, de gran influencia y proyección latinoamericana, Ponce se formó en una matriz liberal positivista que delineó sus primeros enfoques. Pero como a tantos de su tiempo por todo el mundo, la Revolución Rusa marcó de manera irreversible su forma de ver el mundo. En el centenario de aquel hecho histórico nos proponemos, a través de la figura de Ponce, recorrer su itinerario político-intelectual que, como adelantamos, se inicia en las filas del positivismo decimonónico y se traslada paulatina pero definitivamente al mundo de la dialéctica marxista. Hombre de partido, como bien definiera Héctor P. Agosti, su principal discípulo, Ponce advirtió la profundidad de la corriente iniciada por Marx y Engels para dar respuesta a los interrogantes de la humanidad se planteaba a principios del siglo XX. Y así fue que no pudo sino sumergirse de lleno a su labor intelectual, en el sentido de “milicia” que él mismo definió, para reflexionar y actuar en la realidad política y social de aquellos agitados días. Organizador de instituciones intelectuales, revistas y manifiestos, Ponce se esforzó por difundir sus ideas en cursos, conferencias y clases que dictó no sólo en Argentina, sino también en México, cuando por sazones políticas debió dejar su país natal. Su acción y su obra permanecen aún muy poco estudiados, por lo que consideramos este número especial un aporte fundamental para el rescate de un personaje que no sólo incidió en sus años de vida sino que sigue resultando una inspiración y fuente teórica fundamental para la reflexión y la acción contemporáneas. Así, los artículos aquí incluidos nos permiten acceder a los ejes centrales de su itinerario intelectual, las acciones que emprendió como aglutinador de una parte del campo intelectual argentino, sus profundas lecturas de los clásicos marxistas que contribuyó a difundir desde la revista Dialéctica, y también la forma en las que nuevas generaciones se han apropiado del legado ponceano para llevar adelante prácticas pedagógicas profundamente humanistas, y con un horizonte emancipador.